«Mi
cuerpo ahora amoratado es un punto en el
espacio infinito en el que se vehiculan y vinculan todas mis experiencias que
lo atraviesan y construyen la respuesta envuelta en una niebla oscura a la
pregunta "Quién soy yo", pregunta que nadie nunca en toda la historia de la
humanidad ha sido capaz de responder, no quién soy, Marta, si no quién soy yo o
sea cualquiera de las personas que se preguntan "Quién soy yo" y es que he leído
hace bastante tiempo algo de un novelista muy bueno, Juan José Millás, que en
mil novecientos noventa viene a decir en su novela La soledad era esto, "A veces pienso que la identidad es algo
precario, que se puede caer de uno como el pelo que se desprende cuando nos
lavamos la cabeza y desaparece por el sumidero de la bañera en direcciones que
ignoramos" y aunque yo no soy muy culta al menos sí que se leer y leer eso me
hizo pensar un poco y ahora otra vez porque me he duchado y entiendo que no se
me va ningún pelo por el sumidero porque aún soy casi una niña y a estas edades
es muy raro que se te caiga algo de pelo, pero pasan otras cosas y mi cuerpo es
real pero también astral y social y económico y político porque todo lo que hay
en él es experiencial como no puede ser de otra manera y toda la experiencia es
siempre social y política y económica, lo de astral ya es cosa de las creencias
de cada cual y ahí no me meto, como tampoco hace Millás, y entonces mi cuerpo
sensual y húmedo por la lluvia de la ducha y suave por el champú de huevo y
marcado por los moratones de la policía que se me irán pronto aunque me duelen
un poquito y con las tetas ya un poco deterioradas me otorga la sensación de
ser yo, pero no, no es yo porque aunque mis experiencias se encarnan ahí, sí,
eso no lo puede negar nadie, aunque nunca no sé muy bien cómo lo hacen
Con
mi cuerpo amo y escucho mi disco favorito de Lou Reed y leo novelas de Millás y
veo programas en la tele y engendro a mis hijas y a mi hijo con alguna ayuda
externa, eso seguro, porque además siempre hay alguna ayuda externa para todo
incluso cuando los turistas esos hijos de puta me tiran, a mí y a otras
mujeres, monedas de diez céntimos de euro, con mi cuerpo hago cosas, hago
debería ir entrecomillado y esos caracteres creo que sí que le funcionan al
ordenador del autor, así que diré con mi cuerpo "hago" cosas y "pienso" cosas
también aunque no sé qué es eso de pensar o del pensamiento, creo que nadie lo
sabe aunque hay una legión de psicólogos y psicólogas en todo el mundo intentando
averiguarlo cada día pero no lo consiguen y sus afirmaciones verdaderas siempre
adolecen de una gran falta de veracidad que nunca es lo mismo que verdad, la veracidad
siempre queda abierta a diferentes posibilidades de acción, la verdad es una
caja negra cerrada en sí misma que nunca conduce a nada bueno, sea esto dicho
en términos morales, éticos o políticos
Mi
cuerpo, joven y suave, es mío pero también es de todo el mundo porque es todo
el mundo quien lo ha hecho así como es dotándolo de significado, de un
significado que nunca es tal para cual o tal y cual, si no que es bastante
indescriptible aunque no inimaginable ni críptico, me pregunto qué es esa
palabra, "críptico", y me mareo un poco porque no lo sé, como no sé tantas
otras cosas y sin embargo mi cuerpo las dice, las piensa y las hace seguramente
por costumbre, porque las ha oído o pensado o hecho en algún momento de su
experiencia y, por tanto, de su existencia
Mi
cuerpo es como es porque es, si no fuera no sería y nadie tiene dominio sobre
esos eventos tan excepcionales que lo han hecho así y no de otro modo y
continúan haciéndolo, es dolor y placer, es ser madre y amante, tal vez una
puta terrorista matando niños por ahí y una servidora de copas en bares
nocturnos de copas, es un cuerpo con el que se han enfadado los señores de Tragalado
porque he puesto unos determinados hechos al descubierto y al final he hecho
algo que no quería hacer pero en el fondo sí, como tantas otras cosas de mi vida
y de mi experiencia
Mi
cuerpo es muy bonito, eso es así, y en realidad mis tetas se han regenerado
bien bien después de dar de mamar a mis hijas, a mi hijo ya no me acuerdo de si
llegué a hacerlo, y también porque los iones que reinan por esta casa
últimamente han penetrado en mis células mamarias y las han revitalizado, que
para eso están los iones, para qué si no, y eso me permite atesorar la ilusión
de que mi marido vuelva y vuelva a enamorarse de mí sea como sea para poder volver
a ser una familia más o menos normal sin necesidad de ansiar monedas de diez
céntimos ni dar mamadas a ningún jefe detrás de la barra de un bar de copas ilegal
cualquiera en el que entre la policía como Pedro por su casa y eso es así tal
cual, mi cuerpo no es exactamente mío, si no que está atravesado por las
palabras que siempre se lleva el viento, como las emociones, los amores y las
moraduras actuales del propio cuerpo que, entonces no son suyas pero tampoco
imaginadas ni compartidas, digámoslo así por ahora
No
puedo seguir pensando en esto porque mi cabeza se hace un bombo, da tumbos y no
me puedo recuperar adecuadamente de que mi vecino se haga pajas mirándome de
tapadillo, aunque eso no me molesta mucho, pero sí un poco, tengo tentaciones
de denunciarlo pero no tengo pruebas, solo que la próxima vez podría hacerle
unas fotos con el móvil, pero entonces él me podría denunciar a mí por hacer
fotos de su picha, que eso está prohibidísimo, además de que la tiene pequeña y
fea
No
debo seguir pensando en esto porque tengo cosas más importantes que hacer ahora
mismo, aún es pronto para que las niñas vuelvan y tengo un rato para ir a la estación
de Atocha por si mi marido ha vuelto en tren desde Lisboa, Moscú, Barcelona o
donde quiera que estuviese, eso es prioritario ahora mismo mientras decido empezar
a vestirme con unas bragas limpias, unos vaqueros que me vienen un poco grandes
y una blusa casi transparente sin sostén debajo que cuando él me vea seguro que
se pondrá muy muy caliente y enseguida volverá a enamorarse de mí frenéticamente en el acto y
entonces tendrá lugar eso, el acto sexual en el que los cuerpos adquieren
siempre su sentido sea el que sea que eso no depende de mí ni de lo que escriba
por aquí que no pasará a la historia de la sexualidad ni de la psicología ni de
la literatura, solo puedo aspirar a que pase a la historia experiencial de
quien lo lea si es que quiere porque en eso tampoco tengo nada que decir ni
opinar, las cosas son frenéticas, móviles e inmoderadas mientras se deslizan
debajo de un manto de emociones inexplicables, entonces es preciso tener muy en
cuenta el factor tiempo porque todo tiene su tiempo, cada cosa a su tiempo, tempus
fugit y el tiempo es oro
Mi
cuerpo dice mucho de mí, aunque no todo porque aunque habla mucho no lo dice
todo, eso es simplemente imposible, yo diría que es prácticamente imposible, mi
vecino el pajero no lo sabe todo de él a pesar de ver mi cuerpo desnudo, mi
marido no lo sabe todo de él a pesar de haber estado dentro de él, otras personas
también lo han estado dentro de él en contra de mi voluntad aparentemente
indestructible aunque a veces se rompe, sí, mi cuerpo se rompe a veces y no
solo cuando tengo la regla que eso es algunos meses muy duro y la pancha me
duele mucho muy a mi pesar y de los gelocatiles que me tomo a mogollón, otros
meses me duele menos y aguanto como puedo aunque la sangre siempre fluye y yo
la aguanto como puedo con unos cuantos trapos de cocina porque nunca me ha dado
para compresas o tampones de marca excepto al principio con la menarquia o la
primera regla que me viene a los once años, mes arriba mes abajo, y enseguida,
unos meses más tarde dejo de sangrar porque ya me quedo embarazada de Genoveva
y cuando una está preñada o embarazada ya no tiene sangre hormonal porque las
hormonas se dedican a otros quehaceres que para eso están en esos momentos tan
cruciales en que la mujer abandona la pubertad y se acerca a la maternidad, no
siempre porque cualquier mujer también tiene derecho a no ser madre jamás
Mi
cuerpo es oro y miel, sangre y amor, saliva y coñac, sabor a mar y a montaña, mística
y turgencia, realidad y ficción, bondad y maldad y todo lo que hay en medio, fruto
de la imaginación y de la dominación política, sujeto del patriarcado y objeto
de poesía sin ninguna posibilidad de llegar a acuerdos ni siquiera que sean
puntuales a pesar de las diversas negociaciones en que participa buscando
objetivos vitales que nunca existen porque eso simplemente no puede ser de
ninguna de las maneras
En
fin, ya tengo muy poco que añadir porque ya he dicho demasiado, y tengo mucho
que agradecer a quien lea esto porque nunca nadie me escucha cuando hablo y eso
es un grave problema de identidad, de identidades que se van frecuentemente por
el sumidero de la bañera, Millás dixit, de la vida a punta pala sin
tener un alma gemela que me entienda excepto La Chochos a pesar de las
diferencias volátiles, frenéticas y vertiginosas que, sin embargo, nos unen y
no nos alejan excepto por su muerte cruel, dolorosa, solitaria y abandonada por
todo el mundo y yo no pude ir a despedirla».
Mientras tanto, hasta que se publique que tardará un ratito: Josep Segui Dolz I autor
¡Saludos,